martes, 27 de mayo de 2008

¡QUÉ VERGÜENZA CHUQUIS!


Al principio no podía creerlo, pero cuando vi las primeras imágenes por televisión, no pudo hacer otra cosa, más que indignarme ante esa cruel realidad.
Y bien lo dijo una periodista sucrense: “es una locura”. Claro, parece que en esa ciudad boliviana, los locos salieron del manicomio Pachecho (único centro de salud de esas características en Bolivia) para abusar de sus coterráneos.
¿Cómo puede ser posible tanta humillación? Pues a eso es lo que están llegando los opositores al Gobierno. No les queda otra cosa que abusar de la gente pobre sin medir consecuencias. Y luego echan el grito al cielo, exigiendo justicia y echando el lodo a otros. Jhon Cava, Aidée Nava, Jaime Barrón y sus directos seguidores algún día pagarán por lo que han hecho. La naturaleza se encarga de que las aguas vuelvan a su lecho.
Es que no pude ser tanta cabronada de parte de los ricos que quieren seguir medrando de los bolsillos de los demás. La indignación repunta y cómo no quisiera escribir algunos carajazos subrayando mi empute.
Pero ahí están los demás, mirando de palco, sin hacer nada, cada uno dedicándose a su trabajo y sólo mirando de reojo. ¿Hasta cuándo? Mientras tanto, los asesinos y despreciables apelan a sus herramientas mediáticas para tergiversar la realidad. Radio Panamericana, que alguna vez fue la voz del pueblo, se vendió nomás a los podemistas y cívicos logieros para hacer de sus micrófonos, un instrumento de la falsedad a favor de los que no quieren el cambio en Bolivia. Qué lamentable es escucharlos. Y a cada rato presumen ser imparciales.
En esos micrófonos, quieren limpiar la cara de los humilladores del campesinado sucrense. Bajo ese paraguas de la radio, se cobijan quienes pretenden dar el golpe al país para dejarlo a merced de los carroñeros. ¿Hasta cuándo? Bolivianos, digan algo.

2 comentarios:

Libre... dijo...

hola viejo pasaba por aqui, estoy totalmente deacuerdo, ningun humano merece ese trato...


saludos.

Anónimo dijo...

PAra libre...

Y lo peor es que los humilladores son blancas palomas ahora. Y nadie les dice nada....
Un abrazo
(www.laideamadre.blogspot.com)